En contra del cualesquier augurio que le pudiera acotar su proceder en Sinaloa, Héctor Melesio Cuén Ojeda hace viajes con un aumento visible de frecuencia a la capitalina sede federal del Ministerio Interior, donde se operan las grandes decisiones y se modelan los acuerdos políticos con todos los sectores del país que se movilizan en favor y en contra. Es tan sólido su vínculo con el segundo en la escala del poder mexicano, que el fundador del Partido Sinaloense comienza a conocer los secretos más celosos del cómo se vendrán las cosas para el 2024.
Aunque con ello también, se le podría venir encima la caballería de los grupos dominantes en el estado, que desean alcanzar las posiciones más importantes que están en disputa.
Está consciente de que se encuentra en medio de un compás de espera a nivel local, luego de los desencuentros que tuvo con el Ejecutivo de la entidad Rubén Rocha Moya, que le levantaron polvo en contra.
Pero igualmente tiene un interés que le es imposible ocultar de estar en la jugada que renovará en dos años más la Presidencia de la República, la Cámara de Diputados, y especialmente, el Senado de la República, para el que en nuestro territorio hay varios tiradores que se le suman.
Y que ya mueve a los aspirantes a suceder a Andrés Manuel López Obrador, casi al cien por hora.
El dirigente moral del PAS a pesar de que atraviesa un espacio cuya meta no lo quieren dejar llegar por su manera tan precisa de impulsar su proyecto, sin temores repite que el Secretario de Gobernación a quien visita continuamente –Adán Augusto López-, es y será su gallo para la sucesión presidencial.
Apuesta la posibilidad de que “un López por otro López” pueda ser la clave.
En realidad, el ex secretario de Salud sinaloense, no está mal cuando hace sus consideraciones.
Sobrevive a todos los embates que le lanzaron y tuvo oportunidad de que el titular de la SEGOB lo buscó en un momento crítico para el Gobierno Federal. Cuando los fragmentados morenistas de la República no le respondieron a su Presidente para lograr las firmas que permitieran enjuiciar a los ex Ejecutivos, se dieron cuenta que estaban solos.
Luego se pensó en unificar fuerzas emergentes como la del PAS que con el tiempo encima, le cumplieron en tiempo y forma los apoyos ciudadanos para promover la Revocación de Mandato. En Sinaloa, los pasistas consiguieron poco más del 80mpor ciento de los firmantes que entregaron.
Eso lo colocó en un nivel superior a las confrontadas tribus de Morena que apenas se reacomodan y que en breve se enfrentarán entre sí, porque son un fracaso.
Y esa razón, fue más que suficiente para que Adán Augusto López viera una estructura que lo auxiliará para buscar ser abanderado para suceder al tabasqueño, en esa lucha que mantiene con Marcelo Ebrad, Claudia Sheinbaum y los que se acumulen al paso de los meses.
Algunos políticos mexicanos afirman que el ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, carga un juego de copias que abren con facilidad los picaportes de las puertas del edificio de Bucareli, que al final de cuentas, le beneficiarán resulte o no como el ungido para la grande.
Es evidente que entrará en el juego final, por las negociaciones que se estilan a confeccionar, en un proceso en que el morenismo y la élite que predomina, necesitará de aliarse con los más que pueda.
No hay que olvidar que Héctor Melesio Cuén Ojeda, convertido en un animal político, desea corren en la pista que conduce con una estación a la Senaduría pero que sigue de frente por la gubernatura del 2027.
Graciela no se quiere ir sola y cesa a los menos culpables.
Tras su fracaso probado en su encargo Graciela Domínguez Nava no quiere irse sola. Por los días o las horas que le quedan al frente de la Secretaría de Educación Pública y Cultura de Gobierno del Estado, pretende llevarse “entre las patas de los caballos” a la plana mayor del Instituto Sinaloense de Infraestructura Física Educativa. En su estancia, ella no dio resultados, pero se centró en echar culpas que al final la expusieron como irresponsable.
Antes de que la pongan fuera de circulación, se llevó por delante a Eduardo Ochoa Villegas, a Roberto Santos López Macías y a Valentín Soto Gallardo, los dos primeros directores de Servicios Administrativos y de Recursos Materiales, respectivamente, mientras el último fungía como subdirector de Informática.
Asimismo hizo a un lado de sus funciones a Jaime Quiñónez, coordinador de Programas Federales y a José Cipriano Serrano, subsecretario de Infraestructura, que no tienen responsabilidades en el tema.
Ella, edificó con precisión su propia caída.
Desde que asumió el puesto solamente lo utilizó como pasarela política y quiso lucirse “a costillas” del ISIFE que tiene tareas técnicas que desconoce totalmente. En esa atmósfera de ignorancia de la realidad, se le hizo fácil hacer compromisos con los maestros, alumnos y padres de familia de las cientos de escuelas que el hampa destruyó parcialmente, y que en protestas frecuentes, demandaron inmediatas restauraciones.
Pasó por encima de los procesos normativos que deben cumplir plazos y resoluciones legales, sin respeto alguno a la ley en la materia. Todo con la intención de quedar bien con algo que es imposible, aunque de boca es muy cómodo hacer promesas.
¿Y asi aspira a ser candidata a la Alcaldía de Culiacán, a diputada federal o al Senado de la República?
La verdad es que los problemas educativos no le interesan.
En la última llamada que emitió el gobernador Rubén Rocha Moya en la conferencia mañanera del 26 de septiembre, -de otras tantas que le hizo, por dormirse en sus laureles y no operar como se debe- la dama no tardó en asumir una postura contestataria.
De pasada, acusó al titular del ISIFE Hugo Echave Meneses que tantos golpes le quitó frente a la incapacidad con la que estila a manejarse, de ser quien no acataba los acuerdos con la comunidad escolar para reparar los planteles en tiempo y forma.
Para el caso, entonces si separó su labor que le corresponde meramente académica a la técnica del organismo de infraestructura, pero del que dispuso como si fuera su extensión personal. Es decir, le salieron mal los cálculos por no saber de qué se trata un aspecto y otro, lanzándose a manipular áreas que no le competen porque las de su ámbito no las atiende. Y ese es su principal conflicto.
Dejó de lado o no quiso reconocer las actividades de otros funcionarios. De las brigadas del Instituto Sinaloense de Infraestructura Física Educativa que recorren los caminos y veredas a lo largo y ancho del territorio sinaloense donde detectaron en principio brotes de inconformidad y de apremio de reconstrucción en 117 escuelas primarias y secundarias, para las que el mandatario de Sinaloa dispuso 130 millones de pesos.
Y que con el transcurso de los días acumularon más números de centros de enseñanza en condiciones precarias, que dificultaron la solución en masa.
La verdad es que Graciela Domínguez Nava, programó paseos turísticos en algunas instalaciones de nivel primario, sin embargo, nunca le pareció establecer actividades de coordinación institucional.
Su debilidad, es hacer ver que está en un nivel muy superior al resto de los colaboradores del gabinete Rochista, al que desdeña.
Creyéndose una política consagrada que nada le falta por aprender. Y lejos de entender que precisamente, aquellas figuras que se consideran más cercanas al oriundo de Batequitas, Badiraguato, por pertenecer al círculo de confianza, tienen un doble compromiso: de ser responsables con quien les dio la encomienda, y que se las quitará en cuando fallen y salgan con evasivas tan simples.
Es casi seguro que esta muchacha no pase la época de los buñuelos navideños ni las posadas que se avecinan, en su despacho de la SEPyC.
Empero, no está dispuesta a partir sola y busca la cabeza de otros que “no tienen vela en el entierro”.
Falta que acuse a Roy Navarrete, director del Instituto de Protección Civil, de no despertarla el día que el Ejecutivo sinaloense le imputó por quedarse dormida y retardar el aviso de suspensión de clases en todo el estado.