Con posturas más genuinas de aspirante Presidencial que de gobernadora de la Ciudad de México, a la que le sobraron “acarreados”, Claudia Sheinbaum visitó Sinaloa en una atmósfera asfixiante, cuando a uno de sus correligionarios morenistas –José Paz López Elenes, edil de Badiraguato-, se le ocurrió construir un museo del narco y al ex gobernador priista Quirino Ordaz Coppel, Embajador en España, le descubrieron ser el contacto secreto e intercontinental de las bandas criminales del país ibérico.
Dos hechos que le dieron la vuelta al mundo y llenaron de vergüenza a los sinaloenses y a los mexicanos, cuyos efectos todavía dejan caer dardos venenosos sobre la condición trabajadora y responsable de los pobladores en todo el territorio mexicano que no encuentran “donde meter la cabeza”.
Las policías investigadoras españolas, seguramente apelarán a los recursos legales respectivos para que les autoricen la revisión de las valijas diplomáticas que van y vienen a la sede que dirige el mazatleco, sobre quien siempre se tuvo sospecha de que como gobernante nunca quiso tocar el tema de la violencia sinaloense y los efectos de los grupos ante la acción de la delincuencia organizada.
La gente no olvida aquel 17 de octubre negro del 2019, cuando grupos de hombres armados incendiaron Culiacán y extendieron el poder de las balas y el terror a otros municipios y el hoy diplomático, no sacó ni el copete de su peinado para que los agentes policiacos estatales y municipales vieran una señal siquiera y se atrevieran a auxiliar o proteger a los habitantes que quedaron en medio de las balaceras.
No se les vio en el campo de batalla y el entonces mandatario ni siquiera un mensaje de solidaridad o una recomendación para intentar de ejercer un control de daños, fue capaz de emitir.
Permaneció escondido.
Lo que hay que pedir se explique es si ¿fue por miedo o por compromisos?
Porque en este vínculo que las autoridades del país al que se le envió como pago a sus sumisiones con el gobierno federal de Morena, se comienza a descubrir el velo de la duda que siempre sobrevoló sobre su gobierno estatal.
A ver si las investigaciones en España, las que aducen que Quirino Ordaz Coppel fue el lazo para que los delincuentes detenidos se reunieran con el ex presidente de México, Enrique Peña Nieto a fin de transar dinero, no se extienden hasta nuestro estado y particularmente hasta Mazatlán, donde negocios e inversiones gigantescas pertenecen al desenmascarado político porteño.
¿Y comieron lengua?
Por desgracia, en un momento complejo como el actual, vino la dama que gobierna lo que antes fue el Distrito Federal este domingo. Y como su arribo y estancia fue más política que institucional, externó que le gustaba la lengua.
Ello cuando le preguntaron en la taquería a la que acudió a desayunar en compañía del Ejecutivo Rubén Rocha Moya, sobre su le servían esa parte que se ofrece en los platillos, dijo que sí y además le agregó que quería le sirvieran “de todo”.
Estuvo más claro que el agua, que la muchacha, asumió como pretexto el acto de “Intercambio de Buenas Prácticas de Gobierno”. Lo que presidió fue eventos de campaña anticipada en los espacios de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Nadie se midió porque se concentraron camiones de todos los municipios, empelados universitarios, amas de casa, campesinos, trabajadores de las comunas, alcaldes, diputados, funcionarios del Gobierno del Estado, y hasta quienes ignoraban a qué los invitaron.
Entonces, ¿quién pompó?
Fue otro acontecimiento más de los que los priistas usaron para “hacer bola” y para presumir una fuerza que no tienen.
El alcalde serrano que perdió la cabeza
Durante casi un año José Paz López Elenes estuvo quieto y cuerdo. De repente entró a la línea de los alcaldes morenistas que se caracterizan por salir con aberraciones y disparates al proponer la creación de un Museo del Narcotráfico en Badiraguato, la tierra que gobierna y que para estigma que alcanza hasta el nivel lo internacional la conocen como cuna de capos.
En minutos el morenista cayó de la gracia de la población y seguramente lo metieron al círculo donde se movieron sus homólogos de Culiacán y Mazatlán, Jesús Estrada Ferreiro y Guillermo Benitez Torres, que con sus groserías y aberraciones siempre “agarraron monte”.
¿De dónde le salió esa brillante idea?
¿O por qué tanta pasión en pretender resaltar a las figuras a las que se refiere?
Esa postura inesperada del funcionario serrano, obviamente que denota un interés. No la asumió de oquis. Ingenuo no es.
Por algo llegó a ocupar el poder a través del voto en junio pasado.
Hay que hurgar que es lo que desde detrás lo empuja y que visualiza en ese futuro que aún no llega pero que lo jala hacia adelante para ganar ventaja.
La coartada de querer promover el turismo no encaja simplemente en la realidad que intenta crear o degradar en su contexto. Sus pretensiones van más allá de lo que llanamente expresa.
El territorio badiraguatense, registra historias de hechos y leyendas periodísticas que sirven para denigrar desde diferentes puntos desde los ámbitos nacional y extranjero, de que todos portan la marca del narcotráfico.
Cosa que no es cierta.
Pero el edil de Morena, que quien sabe que busca, se pule para promover la subcultura del tráfico ilegal de drogas.
Y posteriormente, al enterarse que su desliz recorrió el mundo y el repudió colectivo cayó sobre su humanidad como lluvia torrencial, quiso desdecirse pero era demasiado tarde.
Aunque reculó porque el gobernador Rubén Rocha Moya, oriundo del municipio que dirige, lo reprendió políticamente, no pudo remontar en inversa el fiasco. No hubo retractación válida.
José Paz López Elenes pasará a la historia, esa que quiere defender para imponer su voluntad como el apólogo central de la violencia y el narcotráfico. Con sus múltiples consecuencias que dejan lastimada a una sociedad que lucha todos los días por levantarse del lugar al que la segregaron gobiernos pasados y presentes.
Este munícipe como otros, “no tiene lucha”.
Cuén se erige como operador principal de Adán Augusto.
Sin necesidad de estar presente, Adán Augusto López, Ministro de Gobernación que también es pretenso a suceder a Andrés Manuel López Obrador el 2024, a través de su operador principal en la entidad, Héctor Melesio Cuén Ojeda y dirigente fundador del Partido Sinaloense, consumó el levantamiento de todo un andamiaje en Mazatlán, de lo que es la estructura humana que labora intensamente para su proyecto.
El 05 del mes en curso, el exalcalde culiacanense les tomó la protesta en la zona sur a los coordinadores generales que encabezan la cadena de mando piramidal que recaen en líderes de colonias y de manzana, que activan para promover el nombre del tabasqueño que está en la disputa de los aspirantes de Movimiento de Regeneración Nacional para buscar la Presidencia de la República.