La nueva fábrica de Tesla planificada en el norteño estado mexicano Nuevo León será construida en un sitio que abarca casi el doble del tamaño de su planta en Texas, y la edificación está programada para comenzar en tres meses, dijo el jueves un funcionario mexicano.
Jesús Nava, alcalde del municipio Santa Catarina, en Nuevo León, dijo en una entrevista que Tesla está comprando terrenos a propietarios privados. Agregó que el sitio se extiende por cerca de mil 700 hectáreas en una zona industrial, más del doble del tamaño del aeropuerto internacional de Ciudad de México.
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La fábrica del productor de vehículos eléctricos en Austin, Texas se asienta en poco más de mil hectáreas, según su sitio web.
Nava dijo que Tesla revelará qué automóviles producirá en su instalación de Nuevo León una vez que comience a construirla, lo que planea hacer en tres meses.
El director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, anunció el proyecto el miércoles, un día después de que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijera que la firma construiría una planta de ensamblaje en el norte del país. Tesla no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre los comentarios de Nava el jueves.
Tesla invertirá inicialmente unos 5 mil millones de dólares y contrataría a unas 5 mil personas, pero finalmente los recursos destinados al proyecto subirán a un total de 10 mil millones de dólares, con hasta 10 mil trabajadores, añadió Nava.
“Esto trae mucha derrama económica“, aseveró el funcionario, y señaló que los proveedores de la industria automotriz ya han estado expandiendo su presencia en el área, que tiene un amplio espacio industrial.
La ubicación en Santa Catarina, cerca de la industrial ciudad Monterrey, una de las urbes más grandes del país, pondrá la producción a solo unas pocas horas al sur de la frontera entre Estados Unidos y México.
Según una funcionaria mexicana, la “gigafábrica” produciría alrededor de un millón de vehículos al año, lo que representaría un tercio de la capacidad global de Tesla.
Nava aseguró que el acuerdo, especulado durante mucho tiempo, nunca había estado en riesgo de fracasar, incluso cuando López Obrador dijo que negaría los permisos si no había suficiente agua disponible en la árida región, que el año pasado se vio afectada por una sequía.
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“No estuvo en riesgo (…) le agregó a los directivos un factor más a la toma de decisión“, sostuvo Nava. Tesla utiliza agua reciclada, y esas empresas suelen usar un mínimo de litros de agua por segundo, agregó.