Lionel Messi sigue. La Copa del Mundo que tanto anhela vuelve a asomarse en el horizonte. La Pulga es feliz, pero también medio planeta. El astro argentino quiere despedirse a lo grande, si lo hace puede acabar con el debate de quién es el mejor jugador de la historia. Pero para eso falta. Argentina consiguió su pase a semifinales con bastante drama.
La agonía fue innecesaria. La Albiceleste llegó a estar 2-0 contra Países Bajos, pero su ego les pasó factura, afortunadamente para los sudamericanos Messi volvió a aparecer en los tiros de penalti. Lionel no estuvo solo, Emiliano Martínez fue su gran aliado, el Dibu les atajó dos disparos a los tulipanes y juntos tienen a los ches en la antesala de la final.
El 4-3 fue cardiaco, justo lo que le faltaba a Qatar 2022. La Albiceleste está ilusionada con la tercera copa como cantan y cantan sus seguidores. Las semifinales están aseguradas.
Argentina cumplió. El clásico de Sudamérica estaba cocinándose en semifinales, pero Brasil se atoró con Croacia. La Albiceleste se enteró de la tragedia amazónica y no quisieron experimentar lo mismo. No fue el mejor juego pampero, mucha paridad, ocasiones de gol erradas, pero los ches tienen a su arma predilecta, esa que nadie más tiene. Lionel.
La Pulga se encargó de abrir caminos que estaban cerrados, el ídolo mundial asistió y luego anotó. La Verdeamarela se fue, Argentina es el único país que sigue con vida del continente americano.
El primer tiempo solo registró dos tiros a la portería, los dos de Argentina, uno con el que Nahuel Molina abrió el marcador tras una jugada mágica de Messi, la Pulga caracoleó, levantó la vista un segundo, ese tiempo fue suficiente para ver un resquicio en la defensa y ponerle el balón al lateral para que lo colocara lejos de Andries Noppert.
El estadio Lusail, repleto de argentinos y de árabes con la camiseta albiceleste, celebró el tanto pampero.
Países Bajos recibió daño, pero no reaccionó, Argentina manejó el juego a su gusto. La noche le sonrío a los ches tras un polémico penalti que le cometieron a Marcos Acuña. El árbitro Antonio Mateu señaló la falta. Lionel Messi tomó el balón y provocó que todo el estadio encendiera sus celulares. La Pulga pateó a la derecha y puso el segundo gol.
En ese momento el pase a semifinales de Argentina estaba seguro. Ese fue su pecado. Los sudamericanos bajaron las revoluciones, perdieron tiempo y se enfrascaron en un juego de roces y patadas.
Wout Weghorst fue el as bajo la manga de Louis Van Gaal, el delantero del Besiktas, desconocido por muchos, entró a dinamitar el juego y a cambiar la historia.
Weghorst en el primer balón que tuvo lo cabeceó lejos de Emiliano Martínez. Argentina entró en estado de shock y tras un connato de bronca entre Leandro Paredes y Virgil Van Dijk el juego tuvo diez minutos de tiempo añadido.
Las amarillas salieron por todos lados, peleas, gritos, entradas fuertes. La adrenalina llegó a su punto máximo tras el segundo gol de los Países Bajos, Weghorst se encontró un balón en el área y con un tiro casi cayéndose superó al Dibu. El estadio Lusail quedó impactado.
Argentina no quiso llegar a los penaltis, las ocasiones de gol que tuvieron en el tiempo extra fueron muchas, pero los postes y el portero Noppert les impidieron anotar.
Los penaltis fueron inevitables. Lionel Messi, Leandro Paredes, Gonzalo Montiel y Lautaro Martínez marcaron, el delantero del Inter de Milán fue el encargado de conseguir el tanto decisivo.
Holanda no tuvo el mejor tino, Steven Berghuis y Teun Koopmeiners fueron superados por la labia del Dibu. Emiliano se agigantó y les detuvo sus tiros.
El drama terminó a la 1 de la mañana tiempo de Doha, en el inicio de la madrugada Argentina consiguió su pase a las semifinales.
Publicado originalmente en ESTO