Este miércoles, el líder supremo iraní, Ali Jameneí, dijo que los incidentes de las ultimas semanas en Irán fueron una guerra híbrida en la que E.U, algunos países europeos e Israel, utilizaron todos sus medios para golpear a su país y prometió venganza contra Washington por el asesinato del comandante de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, Qasem Soleimaní.
“Los eventos recientes fueron una guerra híbrida, no solo un disturbio callejero”, dijo Jameneí en un discurso durante una reunión con estudiantes, dos días antes del aniversario del asalto en 1979 de los estudiantes en Irán a la embajada de E.U, fecha declarada como el Día del Estudiante.
Te recomendamos: Marchas en Irán auguran el principio del fin
Jameneí subrayó que “Estados Unidos, el régimen sionista (en referencia a Israel), algunas potencias insidiosas en Europa y algunos grupos, utilizaron todos sus medios para atacar a la nación iraní”, pero fracasaron.
El líder supremo iraní criticó el apoyo expresado a la nación iraní por parte del Gobierno de Washington en las recientes protestas que sacuden el país desde el pasado mes de septiembre y dijo que “la huella de Estados Unidos está en la mayoría de los incidentes contra Irán”.
Ayer nuevamente, subrayó Jameneí, los estadounidenses dijeron que se solidarizaban con la nación iraní, “puras mentiras con total insolencia”.
El líder supremo iraní, que tiene la última palabra en el país, aseguró que los que cooperaron en los crímenes cometidos contra los agentes de seguridad durante las protestas “sin duda serán castigados” y se planteó “de dónde reciben ordenes” los jóvenes involucrados.
“Nunca olvidaremos” el asesinato de Soleimaní por parte de E.U, dijo Jameneí en el discurso, en el que recordó que Irán ha prometido venganza y agregó: “Mantenemos esa palabra, se hará en el tiempo y lugar debido”.
No olvidan asesinato de Soleimani
Soleimani, encargado de las operaciones fuera de Irán de los Guardianes de la Revolución, fue abatido en un bombardeo selectivo estadounidense en enero de 2020 cerca de Bagdad, a lo que Irán respondió con un ataque con decenas de misiles a una base con tropas estadounidenses en Irak, pero aseguró que era solo el inicio de su venganza.
Irán vive protestas desde la muerte el 16 de septiembre de la joven Mahsa Amini tras ser detenida tres días antes por la Policía de la Moral por llevar mal puesto el velo islámico, unas movilizaciones protagonizadas por jóvenes en las que se pide el fin de la República Islámica.
Las consignas en un principio eran “¡Mujer, vida, libertad!”, pero en las últimas semanas y con el aumento de la represión y la muerte de varios menores se han ampliado a lemas más fuertes como “muerte a la República Islámica” o “No queremos un sistema infanticida”.
En los últimos días, la represión contra las movilizaciones se ha endurecido, en especial en las universidades, tras un ultimátum de la Guardia Revolucionaria del sábado en el que exigió a los jóvenes que dejasen de protestar.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Las protestas han dejado al menos 108 muertos y 12 mil 500 detenidos, según la ONG con sede en Oslo Iran Human Rights.