La trama siempre es: un grupo de pastores viajan hacia Belén para adorar al Niño Dios que está por nacer. En el camino, se cruzan con el Diablo que intenta detenerlos haciéndolos caer en alguno de los siete pecados capitales. Finalmente, el mal será derrotado con la ayuda de un ángel.
Esta es la esencia de la pastorela, un género teatral que si bien tiene sus orígenes en la Italia del siglo XVI, es en México –mejor dicho en la Nueva España—donde se desarrolló plenamente.
La pastorela fue un instrumento de evangelización utilizado por los frailes para la conversión de los pobladores locales a la fe católica. La primera pastorela que se tiene registrada se tituló Adoración de los Reyes Magos, y fue escrita por fray Andrés de Olmos en náhuatl, para una mayor comprensión del público.
Y precisamente para buscar empatía con los espectadores es que la pastorela se ha ido adaptando y ajustando al gusto de las épocas. Una muestra de ello son las distintas puestas en escena que hacen temporada actualmente en la capital mexicana.
La tradicional pastorela mexicana es un montaje divertidísimo que tiene varias décadas de triunfo absoluto, y ahora se presenta hasta el lunes 26 de diciembre en el Claustro del Instituto Cultural Helénico.
En este montaje, los siete pecados capitales cobran vida en un divertido pelotón de demonios, que tientan a los pastores, custodiados por el Arcángel San Miguel y su escudero San Rafael montado en un burro. La batalla entre el bien y el mal termina en una gran fiesta mexicana, que emula una corrida de toros y una pelea de gallos.
El espectáculo culmina con un hermoso nacimiento, cantos, fuegos artificiales, posada y rifa de piñatas. La producción e idea original es de Rafael Pardo, la dirección de escena de Miguel Ángel Morales cuenta con más de 25 artistas en escena. La duración aproximada es de una hora con 40 minutos. Se recomienda asistir bien abrigados.
Diablos revolucionarios es otro jocoso espectáculo que desde hace más de tres décadas regresa año con año para hacer las delicias de todas las familias.
Luz María Meza es la autora de esta historia dirigida por Jorge Sandoval, que tiene un sabor muy mexicano, desde el título mismo como puede verse. Una veintena de actores dan vida los personajes de esta pastorela que incluye además una posada con ponche, letanía, y una deliciosa merienda con tamales y atole.
Diablos revolucionarios ofrece dos funciones diarias (18:00 y 20:00 horas) en la Casa de la Cultura Jesús Reyes Heroles, en Coyoacán.
Para quienes buscan opciones menos tradicionales e incluso irreverentes, pero siempre divertidas y apegadas a la estructura propia de la pastorela, he aquí también dos opciones:
La Antipastorela Jesús, María y José José, la cual (en palabras de Juan Ríos, su director y productor) es un show herético-erótico-cómico-musical en el que el público encontrará una bocanada de aire fresco en un espectáculo irreverente y lleno de temas no sólo actuales, sino necesarios dentro de los shows teatrales y de cabaret, los cuales son reflejo de la sociedad contemporánea.
Escrita por Humberto Robles, en la antipastorela se ventilan temas como homofobia, aborto, embarazo no deseado, pobreza, y un largo etcétera con un humor realmente genial. Participan en este montaje Marcela Morett, Enrique Galván, Óscar Ortiz de Pinedo, Jorge Caballero y Axel Santos.
La Antipastorela Jesús, María y José José se presenta los jueves a las 21:00 y viernes a las 22:00 horas, hasta el 30 de diciembre en el Telón de Asfalto, ubicado en la cerrada Perpetua 4, San José Insurgentes.
Y si de irreverencias se trata el mejor ejemplo es Pachecas a Belén, que también tiene ya tres décadas de triunfo, y que ahora se presenta en el Teatro de la República.
Bajo la dirección de Alonzzo Producciones, Pachecas a Belén cuenta las aventuras de Blandina, Severina y Luminosa, tres hermanas a quienes un buen día se les aparece el Arcángel Gabriel, pero ¡qué Arcángel Gabriel! Con su seductora anatomía les anuncia a las tres hermanas que ha nacido el redentor y deben conocerlo. Entonces estas pastorcitas se lanzan a la aventura, pero en el camino se desatan todo tipo de situaciones que provocan que salgan a flote rencores, diferencias e intereses personales entre ellas, lo cual, un personaje malvado, La De Moño, utilizará a su favor para meterlas en aprietos complicándoles la misión de llegar a su destino.
Pachecas a Belén tiene funciones el domingo 25 de diciembre y el domingo 1 de enero a las 18:00 horas; y luego todo enero, los sábados a las 20:30 y domingos a las 18:00.
Aunque no se trata de una pastorela, sí es un espectáculo de esta temporada. Se trata de Los cuentos Antinavideños, que llegaron a nuestro país en 2003. ¿De qué se trata? Explico:
A mediados de los años 90, en Canadá, nació una singular tradición que consiste es escenificar historias ligadas a la Navidad, pero que rompen con el molde de felicidad y amor, que son el lugar común en todo lo relacionado a esta época.
Cuentos negros de Navidad era el título de aquel montaje, concebido por Yvan Bieneveneu y hace casi 20 años llegó a México de mano de Boris Schoemann y la compañía Los endebles, que presentaron una trilogía de historias reunidas en Ángeles exterminadoras.
Un año después, Ángeles exterminadoras regresó al escenario del Teatro La Capilla, pero acompañada de textos escritos por autores mexicanos, seleccionados de un concurso al que convocaron Los endebles.
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Esta misma dinámica ha venido sucediendo desde entonces, con títulos que aluden a las muchas historias negras que suceden en torno a la Navidad.
En esta ocasión el programa es doble: ¿Y eso que tiene que ver con la Navidad? Cuentos antinavideñitos, escritos y actuados por adolescentes, y que se presenta en la Sala Novo y Las Antinavideñas, en el teatro La capilla. Ambas hasta el viernes 30. Las funciones para adultos son de lunes a domingo a las 20:00 horas y para niños, a las 19:00; las dos suspenden el 24 de diciembre.