La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció hoy que pasa a considerar como “previamente en circulación” las variantes alfa, beta, gamma, delta y ómicron del coronavirus causante del Covid-19, y se centrará ahora en el estudio de nuevas subvariantes de la última de ellas, surgidas desde 2022.
Una de las subvariantes de ómicron, la XBB 1.5, considerada una de las más contagiosas y actualmente de las más presentes en los casos de la pandemia, pasa a ser considerada “variante de interés“, mientras que otras cinco (BQ.1, BA.2.75, CH.1.1, XBB y XBF) se convierten en “variantes bajo vigilancia“.
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Si alguna de ellas merece mayor monitorización y medidas de prevención especiales, pasaría a ser “variante de preocupación“, como lo fueron alfa, beta, gamma, delta y ómicron, y se le asignaría una nueva letra del alfabeto griego, indicó la OMS en un comunicado.
La variante delta, primero detectada en la India, fue la predominante hasta finales de 2021, en la que ómicron (hallada primero en análisis en Sudáfrica) la fue sustituyendo.
Ómicron, además de tener mayor facilidad de transmisión, desarrolla con mayor rapidez nuevas subvariantes, que se han multiplicado desde el pasado año, creando cierta confusión en el seguimiento de la evolución del coronavirus SARS-CoV-2 causante del Covid-19.
Los cambios anunciados “no implican que la circulación de los virus ómicron haya dejado de ser una amenaza para la salud pública”, aclaró la OMS, que destacó que la modificación “se lleva a cabo para identificar mejor nuevas posibles amenazas“.
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La OMS recuerda en todo caso que las variantes derivadas de ómicron tienden a afectar el tracto respiratorio superior (faringe, tráquea…) y no el inferior (pulmones) como las anteriores, un hecho que contribuye a que los casos sean en general menos graves.