En vísperas del fin de año y el inicio del 2023, cuando rodeados de la familia reflexionamos sobre nuestro compromiso cívico con el desarrollo de México, creo que resulta muy pertinente recordar aquella famosa frase del presidente John F. Kennedy, dicha en su dicurso de investidura el 20 de enero de 1961: “No pienses qué puede hacer tu país por ti. Piensa qué puedes hacer tú por tu país”.
El próximo año -antesala de la sucesión presidencial y antes de que el debate político lo absorba todo-, es un espacio que los mexicanos debemos aprovechar para continuar la recuperación económica, social y salarial del país. Si bien se habla de una economía “ralentizada”, que sufrirá los efectos del incremento de la tasa de interés y el combate a la inflación, está en la responsabilidad de cada uno procurar ser más eficientes y productivos para repetir la experiencia del año que termina, cuando al inicio se pronosticaba un crecimiento del 1.5 del PIB y terminaremos creciendo al doble.
A este respecto, el Banco de México en su más reciente Informe sobre las Economías Regionales afirma que “en México, en el tercer trimestre de 2022 la actividad económica siguió recuperándose, ubicándose ya en niveles similares a los del cuarto trimestre de 2019, previo a la emergencia sanitaria. El buen desempeño en el trimestre fue reflejo de la continua reactivación de los servicios y de la tendencia al alza que mantienen las manufacturas. Hacia delante, se anticipa que la economía mexicana continúe enfrentando un entorno de mayor debilidad económica y elevada incertidumbre a nivel global.”
Entre los riesgos globales o externos, Banco de México destaca todavía los asociados a la pandemia, la prolongación de las presiones inflacionarias, el agravamiento de las tensiones geopolíticas por la guerra en Ucrania y condiciones monetarias y financieras más apretadas.
A nivel interno, México se ha visto beneficiado económicamente por el efecto en boga denominado nearshoring o relocalización, derivado de la reubicación de empresas transnacionales que antes operaban en China pero que por los conflictos de este país con EU han decidido instalarse en países más estratégicos para el manejo de sus líneas de producción, mercado que nuestro país le compite actualmente a Taiwan, Vietnam y Singapur.
De hecho es nota recurrente que los parques industriales de los estados fronterizos del norte de México, se encuentran saturados y están viéndose limitados por el acceso a las fuentes de energía como son el gas natural y la energía eléctrica.
En escenarios como éste, es que Sinaloa podría aprovechar su condición de estado cuasifronterizo con EU y de acceso directo al mar pacífico, lamentablemente nuestra conectividad terrestre se limita hacia norte a través de la carretera Mazatlán-Durango, y el enlace vía Chihuahua hacia la garita fronteriza de Ojinaga sigue siendo un proyecto a través de la carretera Badiraguato-Parral (esperemos este año se inaugure) y el eje Topolobampo-Chihuahua.
En el plano nacional, iniciando el año, habrá un evento político muy importante, se elegirá a un nuevo presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el martes 3 de enero, uno de los tres poderes del Estado Mexicano que cada día cobra más relevancia en el desarrollo de la vida pública, política e institucional de México. Durante muchas décadas fue un poder testimonial, discreto y alineado a la política del presidente en turno. Pero desde hace ya varios lustros cada vez cobra más relevancia y ha representado un verdadero contrapeso para contener algunas decisiones del poder Ejecutivo y Legislativo.
Por último, es probable que en febrero entren en vigor nuevas disposiciones electorales que tienen que ver sobre todo con el arreglo institucional interno del Instituto Nacional Electoral. De orden legal, dado que las constitucionales no “transitaron” en el Congreso de la Unión. Importantísima fue la decisión por cierto del presidente Andrés Manuel López Obrador de no permitir la reincorporación de la llamada “clausula de vida eterna” para los partidos (chicos) coaligados.
Una práctica (transferencia o regalo de votos) que la Suprema Corte declaró inconstitucional en julio del 2008 y que debido a ese criterio fue desapareciendo de las leyes electorales de los estados. En Sinaloa todavía existió para el proceso del 2013, pero al homologarse la reforma constitucional electoral del 2014, se proscribió de la ley electoral sinaloense. Esperemos que lo político y lo económico hagan sinergia en positivo este 2023 para el bien de todos los mexicanos.
Termino esta colaboración deseándole a todos quienes nos sigue por este medio unas muy bonitas fiestas decembrinas y mis mejores deseos para el año que comienza. Disfrutemos todos la maravillosa experiencia de la vida. Un abrazo muy afectuoso.
Excelente inicio de semana.