La marca emergente Maisie Wilen se destacó en la Semana de la Moda de Nueva York con un desfile en el que propuso ropa inspirada en la animación gráfica del cine y diseñada para evolucionar “eternamente”, según dijo su creadora, Maisie Schloss.
Schloss, de 30 años de edad, trabajó con una trayectoria ascendente en Yeezy, la marca del rapero Kanye West, quien quedó tan admirado con su talento que se prestó a apoyarla y dar por primera vez una beca para que creara su propio negocio, que ella fundó en 2019.
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“Trabajando en Yeezy aprendí a pensar en todo como un mundo. No es solo ropa, es el entorno al que irá esta gente (…). Hay que pensar ampliamente las ideas”, explicó la diseñadora, que hoy cuenta con la empresa del polémico rapero como propietaria parcial.
Maisie Wilen convocó a una multitud joven, de la llamada Generación Z, en un instituto del East Village de Manhattan y les dio un espectáculo que mezclaba la estética de la serie televisiva Euphoria, el estilo de la década de los 2000 (apodada Y2K) y la cultura de internet.
En una sala forrada de color verde como si fuera un croma, y con la música del famoso tema “Thank You”, de Dido en versión “disco rayado”, se vieron sobre todo vestidos y monos ajustados en los que predominaron los estampados de letras, formas geométricas o fotos de planetas.
Schloss dijo haberse inspirado en las imágenes generadas por computadora (CGI) y en las técnicas de los efectos especiales de cine, que reflejó en marcadores de captura de movimiento, que utilizan los animadores, estampados en numerosas piezas, con una meta trascendente.
“Mi proceso de diseño es enteramente digital, así que quise pensar maneras de incorporar modificaciones digitales en la posproducción de la ropa para que, en teoría, pudiéramos modificarla eternamente”, dice entre bastidores la modista al terminar su presentación.
En apenas tres años de andadura, la firma ha sido nominada como una de las mejores marcas emergentes por el Consejo de Diseñadores de Moda de Estados Unidos y ha cautivado a seguidores como las hermanas Kardashian, consideradas por muchos como las “influencers” número uno en las redes sociales.
A menudo catalogada como moda para el metaverso, Schloss resta importancia y considera que el mundo digital, en el que ha crecido, tiene una “existencia interconectada” con la realidad: “Yo crecí mirando ropa ‘online’, internet era el primer lugar en el que la ropa de este tipo existía para mí”, sostiene.
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En febrero, cuando muchos de los desfiles aún eran virtuales, la marca ganó notoriedad entre las publicaciones al apostar por un formato innovador en el que sustituyó a las modelos por personajes holográficos en una experiencia inmersiva que transportaba, precisamente, al metaverso.
Al igual que diseñadoras emergentes y jóvenes, aseguró buscar la sostenibilidad tanto en los materiales de su producto como de su cadena de producción, en la que usa telas sobrantes y un proceso de impresión libre de residuos que no utiliza agua.