El miedo se ha apoderado de los habitantes de Tecomán, quienes han decidido abandonar sus casas y dormir en la calle ante la posibilidad de que se registren nuevos sismos de fuerte intensidad, como el ocurrido el 19 de septiembre, que afectó a más de 3 mil 500 viviendas tan solo en el estado de Colima.
Desde el lunes que se registró el temblor de magnitud 7.7, las familias decidieron que lo mejor era dormir en el exterior al dañarse sus hogares.
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En la colonia Lázaro Cárdenas II, en Tecomán, cinco familias completas, de plano, sacaron los colchones de sus camas, así como colchonetas y cobijas a un lote baldío de la calle Abel Corona, donde montaron un campamento improvisado para vivir ahí de manera indefinida, porque sienten temor de que se registre otro movimiento telúrico y que sus casas les caigan encima.
El lunes fue el primer día que estuvieron ahí. Eran casi 60 personas en el piso del terreno con maleza crecida. Este jueves por la noche, solo eran aproximadamente 20 personas: hombres, mujeres y niños, porque se turnan para estar ahí.
En el predio colocaron una lona para que los cubra de una posible lluvia. También tienen ventiladores conectados con extensiones a la luz de las casas más próximas al campamento.
El señor Andrés Cazares, quien es transportista de papayas, es uno de los que duerme en ese lugar, con la esperanza de que ya no tiemble.
“Ya no pude acudir a mi trabajo por los sismos que ocurrieron el martes en el transcurso de la noche, aquí estamos sufriéndole. Han pasado réplicas muy pesadas. Gracias a Dios, el del jueves en la madrugada no pasó a mayores”.
Compartió que ha vivido muchos temblores a lo largo de su vida, pero ninguno tan intenso como el del lunes, ni siquiera el de 1985. Se entiende por qué el epicentro se ubica a tres horas de distancia de ese municipio colimense.
Para alimentarse también cocinan diferentes guisos de acuerdo a sus posibilidades económicas. Este jueves prepararon caldo de res para todos; por la noche chocolate caliente. Un día antes solamente frijoles.
Es tal su temor que ni siquiera entran a realizar sus necesidades fisiológicas a sus casas, en cambio, acuden a un inmueble aledaño en obra negra.
Ellos se dicen olvidados por las autoridades de todos los niveles de gobierno que ni siquiera seguridad les han proporcionado para al menos dormir con la tranquilidad de no ser asaltados.
Tras las réplicas que se han registrado en los últimos días y que han sacudido a Colima, es común ver a los pobladores de Tecomán afuera de sus casas, sentados, tratando de descansar un poco y de conciliar el sueño que les fue arrebatado.
En otro punto, sobre el cruce de Antonio Montes y Amado Nervo, pernocta en una silla la señora Idolina Armas Farías, quien tenía viviendo cinco años en su casa, misma que presenta afectación en su estructura.
“A mi me da miedo porque como tiene cuarteaduras. Nomás me la paso viendo la barda. Duermo afuera porque la puerta a veces no deja salir, se traba”.
A unos pasos de distancia de con Idolina, también dormía otra familia integrada por ocho personas que comparten el mismo temor.
“Por los temblores que hay, nos da miedo. Han sido fuertes y tenemos niños. Creemos que es más seguro aquí afuera”, comentó Lucero Rincón.
A ella y a su familia les tocó vivir en la calle el sismo de 6.9 ocurrido a la 01:16 horas de este jueves. Externó que le preocupan sus hijos porque son los que se asustan más.
“Estábamos asustados, porque aunque estemos afuera no sabe uno si vaya a durar más o vaya a ser más fuerte. Más que nada por los niños, sienten el movimiento y se alarman”.
Quienes por la noche duermen en la calle, coinciden en que es mínimo el tiempo que logran dormir, por lo que luego de tres noches de desvelo, ya les comienza a afectar esa situación en sus trabajos y en su vida diaria. Tampoco saben cuándo volverán a dormir dentro de sus hogares.
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Tecomán es el municipio más afectado de Colima, a causa del fenómeno geológico de 7.7. Hasta la mañana de este viernes se tenían contabilizadas más de 2 mil 200 casas con daños estructurales, pero es probable que la cifra aumente, ya que continúa la evaluación de las viviendas.