El Festival Internacional Cervantino ha llegado a sus primeros 50 años y para su directora general, Mariana Aymerich, esta edición tiene que ser memorable y será el parteaguas que permita trazar la ruta para que la llamada Fiesta del Espíritu pueda permanecer por lo menos otros 50 años más en el gusto de los amantes del arte, la cultura y las emociones que ambas provocan.
Mariana Aymerich platicó con Organización Editorial Mexicana y relató que organizar esta edición de los 50 años del Festival Internacional Cervantino ha sido ha sido una labor titánica, pero finalmente las personas podrán ver un evento diferente en los 19 días que éste durará “y a partir de ahora tenemos que ser más creativos en la forma de programar este festival”.
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Y es que el Festival Internacional Cervantino ha apostado por garantizar el gusto para dos sectores que son fundamentales y pilares de éste: el público que le gusta el arte y la cultura, que está esperando todo el año a este festival, pero también los jóvenes, quienes serán los encargados de hacer que este festival dure por lo menos otros 50 años y por ello se tiene que presentar de una manera atractiva.
Por ello, en esta edición serán retomados los Entremeses Cervantinos, que fueron la génesis de este festival que hoy llega al medio siglo.
“Mantener ese espíritu es importante y eso permitirá democratizar al festival, pues si logramos presentar teatro en las calles, cualquier cosa la podremos presentar y ese es el reto, innovar para mantener lo que da arraigo e identidad, pero también salir por los nuevos públicos y lograr hacerlos cautivos”.
La directora del Festival Internacional Cervantino explicó que otro esfuerzo que pudo lograrse es que 50% de las actividades que serán presentadas del 12 al 30 de octubre serán gratuitas y el resto, lo que tiene costo, son precios populares por ver a artistas que en otras partes del mundo un boleto para presenciarlos costaría hasta los ocho mil pesos, cuando por ejemplo en el Teatro Juárez el precio más alto es alrededor de 800 pesos.
Ciudad de México y Corea, disruptores culturales
Mariana Aymerich dijo que el que la Ciudad de México y Corea sean los invitados del Festival Internacional Cervantino es un plus bastante interesante, pues ambos son países que han roto con los esquemas culturales a lo largo de las décadas.
“Ambos traerán sus tradiciones, pero también lo más actual de su cultura y los dos son culturalmente rompe esquemas, así que es una apuesta interesante tener a ambos y por eso insistimos que esto permitirá la permanencia de los próximos años del festival”.
El festival que llegó para quedarse
El origen del Festival Internacional Cervantino es un tanto romántico y en ello también ha radicado parte de su misticismo, pues la idea de llevar a las plazas públicas la cultura sugería ser una empresa complicada, pero desde hace casi siete décadas, cuando se dieron los primeros intentos por parte de Enrique Ruelas, el evento ha logrado vivir y sobrevivir la utopía.
El festival tiene su origen a mediados del siglo XX, cuando en 1953 el profesor universitario, Enrique Ruelas, inició un espectáculo teatral titulado Los Entremeses de Miguel de Cervantes Saavedra por las calles de Guanajuato, que no necesitó empuje para que fuera del agrado del público, pues teatro gratuito, en las pintorescas calles de Guanajuato y ejecutado por jóvenes estudiantes era la conjugación perfecta para seducir a quienes lo presenciaban.
No obstante, fue en 1972 cuando el propio Enrique Ruelas fundó el Coloquio Cervantino, que fue un simposio realizado entre junio y septiembre, como extensión de la actividad teatral dedicada a Miguel de Cervantes Saavedra.
El evento llamó la atención del entonces presidente de México, Luis Echeverría Álvarez, y se logró el impulso para más atracciones y así darle un toque de internacional al naciente festival.
En 1972 el propio Luis Echeverría propuso la creación de un festival cultural internacional y la sede elegida había sido Acapulco, pero no tuvo el mismo arraigo que los ya famosos Entremeses Cervantinos y fue entonces que Guanajuato logró quedarse con la sede de ese evento internacional, que a partir de entonces sería impulsado año con año.
Para 1976, la Secretaría de Educación Pública, el gobierno del estado de Guanajuato, el gobierno municipal de la capital y la Universidad de Guanajuato llevaron a cabo por decreto la conformación de un comité organizador encargado de invitar a los artistas, tanto mexicanos como de diferentes nacionalidades y desde entonces el evento se ha posicionado como uno de los cuatro mayores festivales de su género en el mundo.
Con el paso de los años, el Festival Internacional Cervantino logró ser miembro de la Asociación Europea de Festivales y de la Asociación Asiática de Festivales Teatrales.
En 1989, la Unesco declaró a la ciudad de Guanajuato Patrimonio Cultural de la Humanidad, lo que permitió la restauración de la mayor parte de su arquitectura tanto colonial como la del siglo XIX, incluyendo los teatros.
Fue a partir del año 2000 cuando se inició la costumbre de designar tanto a estados mexicanos y a países o regiones como invitados especiales y en la edición de los 50 años la Ciudad de México y Corea serán quienes ocupen este puesto de invitados de honor.
El Festival Internacional Cervantino logró posicionarse en el gusto de amantes del arte y de quienes exploran por primera ocasión estos escenarios, lo que le valió que en 2005 fuera declarada la ciudad de Guanajuato como la Capital Cervantina de América e incluso fue acuñada una moneda de plata para esta conmemoración.
El Festival Internacional Cervantino será una fiesta en la que estarán asignados más de mil 300 elementos de seguridad tanto federal, estatal como municipal, por lo que todo está listo para pedir más arte y más cultura en las calles de Guanajuato.
Nota publicada originalmente en El Sol de Irapuato