Las cenadurías podrían ser un diferencial principal entre lo que se cena de manera tradicional en Sinaloa y lo que se cena en otros estados. Pal sur, gorditas de gallina, gorditas de asado a la plaza, pollo a la plaza, tostadas de pata, de hígado, de camarón, de pollo, de res, de lomo de puerco desmenuzado, tacos dorados de papa, enchiladas de chile colorado, enchiladas sinaloenses, que son una tortilla mojada en salsa y luego pasada por manteca caliente; ya frita se enrolla envolviendo pollo desmenuzado o res, se le ponen arriba el jardín ( lechuga, zanahoria rayada, calabaza cocida, tomate y cebolla morada ) crema y queso. Las enchiladas mexicanas o de chile colorado, se pasan por la manteca y luego se mojan con salsa de chile colorada., en el sur del estado, en las cenadurías te venden tacos de dorados de camarón, pero con la versión del camarón fresco, que queda más jugoso cuando lo fríen al instante en las carretas de tacos de la mañana, el camarón es seco y el caldo es de puro tomate. En la cena el caldo es más condimentado y con grasa de las carnes que se cocieron para tostadas y tacos dorados.
En el norte reina el asado. Las gorditas son más de una carne molida que desmenuzada. En comparación al sur, el caldo es más sencillo, lleva menos especias y por lo regular es más largo (menos espeso). La carta es más chica, incluye tacos dorado de papa (de aire, dicen algunos), tostadas de res, de pollo y pata, enchiladas rojas, el asado que tanto extraño de Quintmart, las enchiladas del suelo, deliciosas, esta mojan pasan la tortilla por salsa de chile colorado, la fríen en manteca, luego le montan papas con chorizo le ponen su jardín y, por supuesto, acompañamos con el caldito o jugo, como le dicen algunos.
Pero lo mío, lo mío, es el pozole. Sí, pago el precio de ponerme pando por la noche. Este sacrílego manjar de la época precolombina en sus inicios se hacía con carne de enemigos. Hoy es la oda al cochi (marrano). Un buen cerdo debe terminar su vida en un pozole o en carnitas y si suerte tiene tatemado. Pero bueno, este plato que un día fue de carne humana, ¿qué es pa nosotros los Sinaloense eso? Si nuestros ancestros Xixmes cazaban Tahues y Totorames pa’ hacerlos tamales, que no nos comamos hoy este manjar de un buen marrano. Pídelo surtido: trae carne del espinazo, cuerito y cabeza. Ponle rabanitos, repollo, lechuga, échele chilpete del de la casa, bastante pa que se acuerde mañana que cenó pozole, unos chorros de limón y pide un agua de horchata. Puedes ir con la uva al mercadito o al nacimiento, (no puedo evitar pensar en el de Cdmx los jueves, hasta chicharrón y crema le eché), pero lo último que probé está muy sabroso, es el pozole y la tostada de pata de Don Pancho. Esta cenaduría nueva que esta donde estaba el chics del malecón, el restaurante de los viejitos, ándale ahí, el mesero es un amor y se lo dije ( delante de mi esposa) se agradece un lugar con buen servicio. Cuando llegué, mi comadre Silvia se había pegado un tiro con una tostada de pata, todavía quedaban restos de la batalla en su plato y otro poco en su blusa. Mi panda (mi esposa) no pudo abandonar a mi comadre en la misión y se pidió un pozole de revuelto con cuerito y carnita, mi compadre gordo como siempre es un goloso se fue con todo sobre un pozole de maciza y cabeza. Se relamía los bigotes, hasta los ojos torció. Lo vi de reojo y no le quise decir nada, lo deje ser pa’ que cenara a gusto. Por supuesto, una agua negra del capitalismo salvaje y no dejó nada en el plato. “El conta”, elegante como es, fue despacio por sobre una tostada de carne de res y Susanita se puede comer entera una vaca y no te darás cuenta. La carta es extensa y sabrosa, lógico prometimos volver para consumar otro atracón a fin de mes.
La cena en los pueblos es un arraigo grande, pues es en la cena donde la mayoría de las familias de clase trabajadora coincidimos una vez acabado el día. Te da nostalgia de la familia o los amigos y sale a la caza en manada de un buen pozole. Una cenaduría, unos tacos, si estás muy sonorizado (de Sonora pues) un winy (un hot dog), una hamburguesa, si estas más aculichado (de Culiacán) te llevas a la morrita por un sushi, pero es la cena quizás el momento que más disfrutamos. Y si se te atraviesa una pacífico y te hundes en ese océano generoso de su alcohol, tal vez termines en el menudo.
Pon acá abajo los lugares donde recomiendas ir a cenar y en qué parte del estado está. Empiezo yo, “el hoyo del huico” en Escuinapa.
Buena mesa, buena compañía.