Estación Rosales | Violencia vicaria: Fracaso de las políticas públicas contra la violencia de género – El Sol de Sinaloa

Del año 2020 a 2022 las autoridades municipales y estatales de Sinaloa dilataron la activación de los protocolos de búsqueda y localización de niñas, niños y adolescentes ausentes, sustraídos o desaparecidos como el del mecanismo de la alerta amber, en el caso las niñas América y Ximena, hijas de Guadalupe Valle y Jorge Rodríguez Pasos, el ex alcalde de Mazatlán desaforado en el 2002 por violencia familiar.

Durante más de dos años, la Fiscalía General de Justicia del Estado de Sinaloa, Secretaría de Seguridad Pública del Municipio de Mazatlán, y Poder Judicial del Estado tuvieron conocimiento mediante llamadas de emergencia, denuncias y demandas, de la violencia familiar que Guadalupe padeció de parte de su cónyuge, sin llevar a cabo alguna acción que en forma inmediata y urgente detuviera los actos en su perjuicio.

A Rodríguez Pasos no lo ha parado ninguna institución del estado o política pública en la materia para dañar a quienes han sido sus parejas, física o psicológicamente por lo menos, en el caso de la señora Guadalupe, ha sido a tal grado que se le busca por sustraer del domicilio familiar a sus hijas sin aviso o consentimiento de su madre, cuando ella se encontraba otra vez en la vicefiscalía zona sur para interponer denuncia por otro episodio de violencia familiar.

Desde entonces Rodríguez Pasos ha encontrado la simpatía de su familia, amigos, conocidos y funcionarios (as), para formar una red que le permiten mantenerse impune, incomunicar a sus hijas, y violar sus derechos humanos como identidad, vivir en familia, bienestar y sano desarrollo, salud, educación, entre otros; todo bajo lo que el manto de protección del llamado pacto patriarcal le justifica en inmediato y con ello proceden para dejarlo ir, ocultarlo y mantenerlo económicamente.

Sara Bruna Quiñonez nombrada en noviembre de 2021 como Fiscal General del Estado de Sinaloa, ha impulsado los trabajos de investigación en el caso a través de una recompensa difundida el 09 de febrero de 2022 de hasta $1,000,000.00 mn a quien proporcione información ùtil y veráz para la localización y detención de Jorge Alberto Rodríguez Pasos, quien tiene orden de aprehensión como presunto responsable de los delitos de sustracción de menores, violencia familiar y lesiones.

Sin embargo, circula desde el 10 de febrero de 2022 en forma anónima un supuesto video donde aparecen las niñas América y Ximena acusando a su madre de mala mujer, y de preferir vivir con su captor, (su padre), la persona quien las mantiene aisladas, e incomunicadas, siendo notoria la coacción; y ante ello las opiniones de quienes han visto el video se han polarizado, una parte afirma que ella es una mala mujer, y el una pobre víctima de las circunstancias y hasta de represión política.

Lamentables son estas y otras opiniones como las excusadas en la frase de “tintes políticos” motivadas por el prejuicio y la discriminación basada en género, negando la calidad de víctima en Guadalupe y su legitimo derecho de denunciar y demandar a su agresor, estigmatizandola, dandole la razón a un violentador, omitiendo la gravedad del asunto y el riesgo en el que se encuentran dos niñas, por el hecho de que a su padre no le ha bastado el daño causado a su madre, y por ello ha sido extendido a terceras personas.

En un conflicto jurídico en el que aparentemente se encontraban Guadalupe y Jorge, debió prevalecer el principio de interés superior de la niñez, que en condiciones adecuadas, permitiría que las niñas tuvieran sana convivencia con ambos, guarda y custodia compartida, pero no como está sucediendo tomada a la fuerza y por su propia mano.

El ex alcalde se ha valido de las omisiones de las y los funcionarios (as),, más una red de cómplices para no presentarse ante un juez de primera instancia, y/o a la fiscalía para llevar a cabo las diligencias necesarias en la investigación, permitir que sus hijas convivan con su madre; a su vez el agresor ha aprovechado para lanzar una campaña de denostación en contra su expareja. Por tanto, la violencia vicaria es la manifestación del fracaso de las políticas públicas contra la violencia de género, al no detener el daño en la víctima directa sino crecer, aumentar y/o extenderse hasta terceras personas, y mientras a Guadalupe (Lupita Valle) no le devuelvan las autoridades a sus hijas, estarán todas y todos en falta.

“Ignoramos nuestra verdadera estatura hasta que nos ponemos en pie” Emily Dickinson

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