SAN SALVADOR. El estado de emergencia implementado en El Salvador para combatir a las pandillas, y que cuenta con un amplio apoyo público, se mantendrá hasta que todos los delincuentes sean capturados, dijo el ministro de seguridad del país, incluso cuando las cárceles se llenen y las denuncias de abusos contra los derechos humanos aumenten.
Los resultados de la operación han llevado a otros países de la región a considerar políticas similares, incluido Honduras, que implementó una versión reducida en diciembre pasado. El Salvador también ha hablado de ofrecer apoyo a Haití, que ha pedido ayuda a la comunidad internacional para poner fin a la violencia de las pandillas que ha dejado gran parte de su territorio fuera del alcance del gobierno.
Desde que el presidente Nayib Bukele solicitó al congreso del país que aprobara un estado de excepción en marzo del año pasado, las fuerzas de seguridad han arrestado a más de 64 mil presuntos pandilleros y asociados. Las autoridades estiman que tienen alrededor de 10 mil arrestos más por realizar y la medida se ha extendido periódicamente.
Las autoridades salvadoreñas trabajan con sus contrapartes en el sur de México, Guatemala y Estados Unidos para encontrar a un número no especificado de líderes de pandillas que habían huido, aseguró el Ministerio de Seguridad.
La represión a las pandillas salvadoreñas ha reducido a más de la mitad los asesinatos en uno de los países más asolados por el crimen en el hemisferio occidental, atrayendo el interés de otras naciones que luchan contra la violencia de las pandillas.
Con casi dos por ciento de su población adulta tras las rejas, El Salvador tiene la tasa de encarcelamiento más alta del mundo y recientemente inauguró una de las cárceles más grandes de la región, con capacidad para 40 mil reclusos.
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Bajo el estado de emergencia se han suspendido algunos derechos constitucionales. Los arrestos pueden realizarse sin una orden judicial, el gobierno tiene acceso ilimitado a las comunicaciones privadas y los derechos de los detenidos a un abogado han sido archivados.
En 2022 los homicidios cayeron un 57 por ciento a 495, desde mil 147 en 2021, según cifras oficiales. La extorsión, una de las principales fuentes de ingresos de las pandillas, se ha desplomado, particularmente en la capital. Según el Gobierno, entre marzo y agosto del año pasado, las empresas de autobuses habían ahorrado alrededor de 50 millones de dólares por no pagar extorsión.