La Agencia Espacial Europea (ESA) dará la posibilidad a personas con discapacidades físicas de convertirse en astronautas, participando en vuelos orbitales, lo cual significa una primicia en la historia de la conquista espacial.
El inédito “Proyecto de Viabilidad de Parastronautas” se presentará este miércoles, después de que los 22 Estados miembros de la ESA definan en la ciudad de París su presupuesto.
En dicha reunión también se dará a conocer una nueva promoción de astronautas, que sucederá a la de 2009 y que estará compuesta por entre cuatro y seis seleccionados de los cerca de 23 mil candidatos europeos.
Hasta ahora, las personas con discapacidad física estaban excluidas de las selecciones, que son conocidas por su alto grado de dificultad.
“El Proyecto de Viabilidad de Parastronautas requiere un cambio completo de filosofía sobre la aptitud médica”, un concepto de origen militar destinado a elegir a los pilotos de combate, detalla Guillaume Weerts, médico jefe de los astronautas de la ESA.
Cuando inició la campaña de reclutamiento en febrero de 2021, la agencia anunció que abriría las puertas del espacio a uno o más candidatos con discapacidad en las extremidades inferiores (debido a una amputación o una malformación congénita), y ahora sus nombres podrían ser revelados el miércoles.
También son elegibles personas de menos de 1.30 metros o con asimetría de piernas. Las habilidades intelectuales y psicológicas requeridas son las mismas que para otros astronautas.
“Hemos tratado con un gran grupo de candidatos y nos hemos encontrado con gente increíble”, afirma Weerts, que participó en las diferentes etapas de la selección.
El proceso “demostró que la discapacidad no es una limitación”. Paralelamente, la ESA inició un “estudio de viabilidad” sobre el envío de un “parastrounauta” a bordo de un vuelo tripulado por ejemplo, para una estancia en la Estación Espacial Internacional (ISS).
En los próximos 10 años
En el universo extremadamente preciso de los viajes espaciales, incluso pequeñas modificaciones pueden llegar a ser sumamente complicadas y costosas.
Por ejemplo, los sistemas existentes están diseñados para personas de cierto tamaño. Entonces, ¿cómo podemos asegurarnos de que una persona de baja estatura tenga acceso a los botones?, se pregunta el responsable de la ESA.
La agencia planea trabajar con las personas seleccionadas para encontrar la mejor manera de identificar y superar esas dificultades potenciales.
¿Podrá organizarse rápidamente el primer vuelo con un parastronauta? El espacio no es una actividad para personas con prisa, responde Weerts.
El calendario es difícil de predecir porque “realmente depende con qué nos encontremos”, detalla, precisando que queda mucho trabajo por hacer una vez seleccionados los candidatos.
Pero, potencialmente, un astronauta discapacitado podría ser enviado al espacio en los próximos diez años.
Kamran Mallick, director general de la organización benéfica británica Disability Rights UK, juzga este proyecto “increíblemente apasionante”, dado que las personas con discapacidades están excluidas de tantas grandes cosas que la humanidad realiza.
“Si queremos explorar el Universo, tenemos que aceptar que la aventura no puede estar reservada solamente a un grupo particular de individuos”, subrayó Mallick, elogiando la iniciativa de la ESA de trabajar con los astronautas discapacitados para conocer sus necesidades.
“Estoy en silla de ruedas y es mucho mejor cuando la gente me pregunta qué funciona para mí, qué necesito, en lugar de hacer suposiciones sobre lo que alguien puede o no puede hacer”, declaró.
Recuerda haber soñado de adolescente con convertirse en astronauta viendo el lanzamiento de un transbordador espacial.
“Rápidamente me aseguraron que esto no sucedería. “No debes aspirar a ser astronauta”, me decían. Hoy me arrepiento de no haber perseguido mi sueño”, subrayó.