Este martes 12 consejeros “ciudadanos” tomaron protesta como miembros del Consejo Directivo del Instituto Municipal de Planeación, el cual quedó conformado por profesionistas de diferentes ramas, empresarios, promotores, artistas y académicos, hasta ex funcionarios municipales, pero sin la representación de los ciudadanos de a pie.
“Que puedan ver desde la calle, desde afuera, lo que quizás nosotros como funcionarios estamos viendo en otra burbuja”, dijo Leticia Fuentes Alvarado, titular de la paramunicipal, serían algunas de las funciones de estos consejeros.
¿Y quién dará voz y defenderá los intereses de los ciudadanos comunes? Desde luego que la visión de un empresario, de un arquitecto, de un desarrollador inmobiliario, de un promotor turístico no será la misma que la de un habitante, en especial de aquellos que, aunque se desempeñan fuera del ámbito de la construcción, han padecido la secuelas del boom inmobiliario con la expedición de anuencias irregulares como es el caso de los vecinos de Pinitos, Centro, Sábalo Country o Cerro del Vigía.
Si acaso Marisol Lizárraga, docente y promotora cultural de La Noria, es la que se rescata de este bloque, quien será además una embajadora de la zona rural del municipio.
De este “consejo diverso” se espera que actúe con crítica, el mismo alcalde Edgar González Zatarain lo dijo, que no sean como aquellos consejeros que solo obedecían las indicaciones de los presidentes anteriores, aunque este exhorto también debió ir dirigido a la directora del IMPLAN, a quién Luis Guillermo Benítez Torres siempre mantuvo sujetada, ni siquiera le dejaba dar declaraciones a los medios de comunicación.
Veremos pues si de ahora en adelante los consejeros serán un contrapeso del crecimiento voraz que vive el puerto.
Las malas prácticas y vicios entre los desarrolladores continúan, aquellos que fueron beneficiados con licencias irregulares difícilmente, por no decir imposible, podrán ser revertidas, mientras que tampoco se han tomado acciones, por lo menos administrativas, contra quienes las otorgaron.
Y mientras tanto el Malecón, Centro Histórico, Zona Dorada y muchas más zonas de la ciudad se llenan de torres de departamentos que a la larga saturarán los servicios públicos, sin que alguien haga algo al respecto.