Armando Salas Camacho empezó en el mundo de la natación a los ocho años y tuvo una corta carrera como competidor, a los 22 años decidió retirarse y comenzar otro sueño, ese que empezó a la orilla de la piscina y lo trajo a Sinaloa.
Originario de la Ciudad de México, el coach Salas es un ex competidor y actual entrenador de natación que suma más de 30 años de experiencia. El rasgo que lo caracteriza en este tiempo es su rol como formador de nuevos atletas.
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Cuando terminó la carrera en ingeniería en comunicaciones y electrónica en el IPN en la Ciudad de México, Armando se fue a Cuba a hacer una maestría en ciencias aplicadas al deporte, donde estuvo por más de dos años adquiriendo conocimientos. Después de terminar sus estudios, regresó a la Ciudad de México e inició la búsqueda de trabajo como entrenador.
En su etapa de atleta, Armando compitió en un campeonato nacional de curso corto y curso largo, solo se aventó a ir una competencia internacional en Cuba, en la copa Marcelo Salado, en la cual compitió en algunas ocasiones por México.
Villa olímpica
Desde un inicio Salas tuvo que buscar rentar dos carriles en la alberca de lo que fue la Villa Olímpica de las Olimpiadas del 68, donde formó su primer equipo de trabajo en 1993.
Poco a poco su primer grupo subió de categoría. En 1997 llegaron a ganar competencias estatales de la capital del país y a partir de ahí se tuvieron que salir de su primera alberca para convertirse en nómadas, ya que rentaban diferentes instalaciones para poder entrenar.
En esta primera etapa logró varías cosas: los atletas representaron a la Ciudad de México en torneos nacionales, se convirtieron en finalistas y consiguieron sus dos primeras medallas para Armando Salas como entrenador.
Jorge Morales e Iván Pineda fueron los primeros nadadores que le entregaron una medalla en la competencia estatal: una presea de plata en la categoría de 100 metros de nado mariposa, y otra de bronce en los 100 de nado de dorso.
Fue en el año de 2013 cuando concluyó su etapa en la Ciudad de México y se trasladó a Culiacán.
Formar atletas sinaloenses
En la capital sinaloense retomó su etapa como entrenador en el año del 2015, en donde abrió Jaguar, su primera escuela de nado en el fraccionamiento de Santa Fe.
Su grupo estaba formado de 30 a 40 nadadores, con quienes ganó varios campeonatos estatales y surgieron atletas de nivel nacional.
En 2017 la escuela de Armando cambió de sede y se mudó a Terranova. En este recinto conoció al que hasta el momento es su mejor atleta, Luis Urías, que fue finalista en 200 metros mariposa en el nacional CONADE, donde logró la presea de bronce. También en el el campeonato centroamericano en Barbados obtuvo el cuarto lugar el pasado mes de julio.
“Lo mejor está por venir con Luis”, mencionó el entrenador en entrevista con El Sol de Sinaloa, ya que se analiza la manera de competir en los Panamericanos, lo que los pondría a un paso de Juegos Olímpicos.
No solo es Luis, pues en el grupo ya se cuenta con otro nadador que tiene aspiraciones grandes en la natación Armando Rivera.
Armando se asume como motivador. Aparte de los entrenamientos en agua y en tierra, también hace el rol de sicólogo, nutriólogo y masajista, por lo que para sus atletas es algo más que un simple coach.
El futuro
Una medalla olímpica es lo que se desea como cualquier entrenador en este tipo de competencias. El nivel de la natación mexicana tiene un serio problema de atraso con relación a las potencias mundiales y los tiempos que se están haciendo actualmente en México ya lo hacían hace 20 o 25 años atletas de Estados Unidos, dice.
Otro de los objetivos es crear nadadores para poder llegar a una competencia e internacional y pensar en meterse a la final, no solo clasificar.
Armando utiliza dos frases: “A lo tuyo” y “A darle”, que son expresiones motivacionales para sus nadadores. A lo tuyo es enfocarse o concentrarse; la segunda, a darle es “échale ganas”.