La confianza de los consumidores mexicanos cerró el 2022 con poco optimismo sobre la situación económica del país y el efecto que tendrá esta sobre sus finanzas al momento de poder adquirir algún tipo de bien que sume a su patrimonio.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) cerró el 2022 con una reducción de 1.7 puntos ubicándose en 42.5, un umbral que al estar por debajo de 50 puntos, resulta negativo.
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Este indicador se conforma de cinco componentes, entre ellos está el de la situación económica del país esperada dentro de 12 meses, en donde el indicador reportó la mayor caída de 2.6 puntos en diciembre al ubicarse en 46.7 puntos, con cifras desestacionalizadas.
Con respecto a la percepción de los consumidores sobre la posibilidad de comprar bienes duraderos como muebles, lavadoras u otros electrodomésticos anotó una caída de 2.2 puntos.
Lo anterior se dio bajo un escenario en el que en 2022 se registraron las tasas inflacionarias más altas en los últimos años (arriba de 7 por ciento), así como una constante alza en la tasa de interés por parte de Banco de México, la cual causó el encarecimiento del crédito en general.
El pesimismo también se mantuvo en la situación económica del país hoy en día, comparada con la de hace 12 meses, pues registró una disminución de 0.7 puntos y se ubicó en 39.2 puntos.
La caída en la confianza de los consumidores se suma a la de los directivos empresariales, quienes han limitado su inversión en el país, de acuerdo con el Inegi.
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El Índice de Confianza Empresarial (ICE) cayó de 55.7 puntos en diciembre de 2021 a 45.0 puntos en el mismo mes de 2022, con cifras originales.
