La subasta de la colección de arte de Paul Allen, cofundador de Microsoft, logró un récord de mil 506 millones de dólares este miércoles en la casa Christie’s de Nueva York, donde los compradores pujaron con brío y multiplicaron los valores estimados de prácticamente todas las obras.
La colección de Allen, que abarca unos 500 años de la Historia del Arte, se ha dividido en dos jornadas y esta primera noche se ofrecieron 60 piezas de alto valor que, sumadas, superaron con creces los 922 millones recaudados en mayo en la venta de la colección Macklowe, hasta ahora la más cara de la historia.
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Las obras más codiciadas fueron las de los grandes maestros impresionistas y el mejor ejemplo fue “Les poseuses, ensemble” de Georges Seurat, una imagen intimista realizada con su característica técnica del puntillismo, que se vendió por 149,24 millones, 5 veces el máximo precio alcanzado por el artista.
La marca de los 100 millones de dólares la superaron también un Cézanne (“La Montaigne Sainte-Victoire”, 137 millones), un Van Gogh (“Verger avec cyprès”, 117 millones), un Gauguin (“Maternité II”, 105 millones) y un Klimt (“Birch Forest”, 104 millones), todos ellos estableciendo nuevos hitos para sus firmantes.f
Pese a su precio menor, destacaron asimismo un retrato de familia de Lucien Freud (86 millones), una de las famosas escenas de un puente de Claude Monet (64 millones), un cuadro abstracto y colorido de Jasper Johns (55 millones) y una escena de los canales de Venecia, de Edouard Manet (casi 52 millones).
Desde el inicio de la venta se vio a los interesados pujar sistemáticamente hasta pulverizar los récords de casi todos los artistas, planteando la incógnita de si tuvo más peso la calidad de los tesoros que ha dejado Allen o la voluntad de hacer cumplir su deseo de que la recaudación vaya dirigida a causas filantrópicas.
La concentración de los presentes –estaban allí los principales marchantes de Nueva York e incluso el magnate Francois-Henri Pinault, según The New York Times- se vio interrumpida solo al final, cuando tras el último martillazo fue anunciada la recaudación superior a mil 500 millones y hubo un estallido de aplausos.
La expectación por la subasta se aplicó también al público, que los últimos días estuvo esperando en fila para entrar en la sede de Christie’s, en el centro Rockefeller, y ver las cerca de 150 obras desde Botticelli a Hockney que reunió el empresario, fallecido en 2018 y considerado un “visionario”, también en el arte.
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La colección de Allen se convirtió en la más cara antes de terminar la venta y seguirá creciendo en valor este jueves, cuando se subasten las 95 piezas restantes, que parten con precios estimados muy inferiores a los de este miércoles, desde un mínimo de 3 mil dólares hasta unos 3 millones de dólares máximo.