Estados Unidos anunció este lunes medidas para combatir el trabajo infantil, que desde 2018 ha aumentado un 69 por ciento y afecta de manera particular a los menores migrantes latinoamericanos que llegan solos al país.
“No se trata de un problema del siglo XIX, sino que es un problema actual”, advirtió el secretario de Trabajo, Marty Walsh, en un comunicado.
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El anuncio dio a conocer que se tomarán nuevas medidas que van desde más controles en los lugares de trabajo, a aumentar las multas a las empresas que empleen a menores en cadenas de producción y trabajos peligrosos.
En el último año fiscal se investigaron a 835 empresas, que empleaban a 3 mil 800 menores.
Las multas máximas de 15 mil 138 dólares “no son suficientemente altas para disuadir a las grandes empresas”, reconoció Walsh, cuya cartera trabaja con el Congreso para aumentarlas.
El pasado 17 de febrero se anunció la resolución de uno de los mayores casos de trabajo infantil en la historia reciente del país contra la empresa Packers Sanitation Services, que empleó a más de 100 menores en la cadena de procesamiento de carne en ocho estados, expuestos a químicos tóxicos usados para la limpieza de los equipos. La empresa fue condenada a pagar una multa de 1,5 millones de dólares.
En el país hay 600 investigaciones en curso por esta causa.
La legislación estadounidense permite el trabajo a partir de los 14 años, pero con limitación de horas para los menores de 16 y en trabajos no peligrosos para la salud.
El problema se ha agravado con la llegada al país de menores latinoamericanos no acompañados que suelen recalar con familiares a menudo en dificultades económicas o lejanos, o patrocinadores que se hacen cargo de ellos, obligándolos a trabajar para aportar a la economía familiar.
Cadenas de producción extenuantes, hoteles, vaquerías o la agricultura, The New York Times denunció este fin de semana las condiciones laborales de muchos menores inmigrantes, mayoritariamente centroamericanos.
En el último año llegaron 130 mil menores no acompañados al país, una cifra que se ha incrementado considerablemente tras la pandemia de covid-19, asegura el diario.
Pese a que el gobierno federal sabe de su existencia, y que las instituciones deben apoyarlos y protegerlos del tráfico y la explotación, las instituciones han perdido el rastro de más de 86 mil menores, según el diario.
“Cada niño en este país, independientemente de su circunstancia, merece protección y cuidado como esperaríamos para nuestro propio hijo”, dijo el secretario de Salud, Xavier Becerra, en el comunicado saliendo al paso del demoledor reportaje.
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Trabajo se queja de que con “demasiada frecuencia, las empresas miran hacia otro lado y afirman que su agencia de colocación, o los subcontratistas o proveedores, son los responsables. Aquí todos tenemos una responsabilidad”, declaró.
La administración del demócrata Joe Biden trabaja con el Congreso para dotar de más fondos y personal a los programas de inspección en las empresas y de acompañamiento a los menores no acompañados y a sus patrocinadores o familias de acogida.