Los monigotes anticipan la llegada del Carnaval y participan en el ánimo mitotero de los mazatlecos. Hacen que la ciudad luzca, durante la máxima fiesta porteña, son el elemento decorativo.
Historia
A lo largo de toda la historia siempre ha habido algún elemento decorativo en la ciudad, contó el cronista Enrique Vega Ayala; originalmente se ponía en la Machado, pues ahí era la fiesta principal: festones y banderones que adornaban los balcones de las casonas.
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“Después se empezaron a usar las vestimentas de las fachadas, se ponían fachadas falsas ahí mismo en la Machado y otros edificios de ahí del área, se vestían para la fiesta con algún tema en particular, cada edificio decidía de que se vestía, esto en los años 20 y 30″, contó.
Luego fueron los concursos de escaparates en las tiendas departamentales; ponían cosas alusivas y con banderitas se “vestía” la calle.
“Posteriormente, parecieron los arcos y algunas esculturas grandes que se ponían en la Machado y en la Plazuela República, por lo menos en dos entradas de cada una”, agregó.
En la medida en que la máxima fiesta se fue desplazando del centro hacia el malecón, narró, hubo que buscar la manera de adornar también la zona costera y a finales del siglo pasado empezó a utilizarse el formato de esculturas monumentales que conocemos hoy día.
Elaboración
El diseño de los monigotes corresponde generalmente a la temática que se selecciona para el Carnaval; están elaborados con la técnica de papel maché sobre estructuras de acero y revestidos con pinturas especiales para aguantar la humedad y salinidad del lugar.
La altura de los que están actualmente alcanzan de los 8 a 10 metros.
Escultores
Los artistas con su inspiración hacen la realización de los monigotes alegóricos acorde al tema de cada año y entre los escultores; el más importante, y que dejó un gran legado, el maestro Jorge González Neri, un artista regiomontano- mazatleco que prácticamente se arraigó en el puerto con el Carnaval por sus creaciones de muy alta calidad.
Durante 30 años vino a darle a la fiesta carnestolenda esculturas, formas estéticas y modelos artísticos retomados de diversas corrientes de la plástica universal, con los que contribuyó a refrescar los enfoques tradicionales de los temas carnavaleros.
125 años de tradición
En esta edición de los 125 años del Carnaval se pueden encontrar once monigotes por la franja costera y uno en la Machado, algunos iluminados con efectos especiales en LED. Los ensueños carnavaleros de Déjà vu se hacen presentes en formas diversas: añoranzas, fantasías, anhelos y deseos expresados en figuras estilizadas que intentan homenajear a majestades reales o imaginarias.
Jorge González (hijo): Inspiración, Pirata del Pacífico, Arte Feminista, Genio Carnavalero, Llamado del Mar, Enmascarado, Saeta de Apolo, Magia del Carnaval, Henry Wilson: Para Winnie, Bajo el disfraz, Titiritero.