Rusia acusó este sábado al ejército ucraniano de haber bombardeado un hospital de la región separatista prorrusa de Lugansk, en el este de Ucrania, en un ataque que dejó 14 muertos.
“Las fuerzas armadas ucranianas bombardearon deliberadamente el edificio del hospital local con lanzacohetes HIMARS” en la localidad de Novoaidar, en la región de Lugansk, indicó el ejército ruso en un comunicado.
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El ataque, ocurrido el sábado por la mañana, dejó “14 muertos y 24 heridos entre los pacientes y el personal médico”, agregó.
Los médicos del establecimiento atendían “desde hace varios meses a civiles y militares”, precisa el comunicado.
“Un bombardeo intencional contra un establecimiento médico civil constituye sin lugar a dudas un grave crimen de guerra cometido por el régimen de Kiev”, prosigue.
Rusia continúa bombardeando
Mintras tanto, tres personas murieron y al menos dos resultaron heridas en un bombardeo ruso de la ciudad de Konstantinovka, en el este de Ucrania, informó este sábado el gobernador regional.
“Los rusos dispararon contra un barrio de viviendas, dañando edificios de cuatro pisos, un hotel, garajes y vehículos civiles”, precisó en las redes sociales el gobernador de la región de Donetsk, Pavlo Kirilenko.
“Tres civiles murieron. Al menos dos resultaron heridos”, agregó.
Imágenes publicadas en la cuenta del gobernador en Telegram muestran edificios con las ventanas reventadas y un coche calcinado rodeado de escombros.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, afirmó el viernes que la situación en el frente era “muy acuciante”, en especial en la región de Donetsk, dominada en parte por separatistas prorrusos.