El juicio en contra de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública en el gobierno de Felipe Calderón, arrancó con acusaciones importantes del primer testigo de la fiscalía estadounidense, Sergio Villarreal Barragán, El Grande, quien acusó al “superpolicía” de recibir sobornos por parte del Cártel de Sinaloa.
Acusado de cinco cargos, entre ellos varios por narcotráfico, el extitular de la SSP llegó a la sala del juicio con semblante relajado, llevándose la mano al corazón en varias ocasiones, y los brazos cruzados al tiempo que enviaba besos a su esposa e hija, presentes en la audiencia que preside el juez Brian Cogan.
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Antes de empezar, se fundió en un abrazo con los miembros de su defensa, dirigida por el abogado César de Castro.
Tras un largo discurso del juez al jurado sobre lo que debe hacer y cómo debe comportarse a lo largo de las 8 semanas que se prevé que dure el juicio, la defensa y la fiscalía presentaron sus alegatos de entrada.
César de Castro, abogado de García Luna, insistió en que no había pruebas que lo inculparan, ya que no existían dinero, ni fotos, ni videos, ni grabaciones, ni textos,”el gobierno estadounidense no tiene pruebas objetivas contra el acusado“, dijo.
“Los testigos del gobierno son víctimas de la guerra al narcotráfico” de Calderón. Y pretenden, según la defensa, “matar dos pájaros de un tiro: reducir su condena y vengarse de la persona que más odian los narcotraficantes“, sostuvo.
La defensa mostró en dos momentos distintos fotografías de García Luna junto a varios dirigentes de Estados Unidos, entre ellos el entonces presidente Barak Obama -al que estrechaba la mano- y su secretaria de Estado Hillary Clinton, así como del senador John MacCain.
Por su parte, el fiscal Philip Pilmar, que recordó que nadie está por encima de la ley y subrayó que “el acusado tomó millones de dólares en sobornos una y otra vez, del cartel de Sinaloa, de Joaquín ‘Chapo‘ Guzmán, uno de los mayores narcotraficantes del mundo, juzgado y condenado a cadena perpetua por el mismo juez que instruye el caso de García Luna”, dijo
Y sentenció que García Luna “traicionó a su país y al nuestro”.
Según la fiscalía neoyorquina, el director de la Agencia Federal de Investigación (AFI) entre 2001 y 2005 y secretario de Seguridad Pública de 2006-2012 ayudó al cartel de Sinaloa a introducir 53 toneladas de cocaína a Estados Unidos, convirtiéndose en un “miembro” más de la conspiración.
“El grande”, el primer testigo de la fiscalía
La fiscal Erin Reid se encargó de dirigir el interrogatorio de “El Grande“, que habló en español y fue traducido de manera simultánea por un traductor de la corte.
“El Grande” aseguró haber visto “en varias ocasiones (a García Luna) para pagarle sobornos de parte del Cartel de Sinaloa entre 2001 y 2006.
Según el primer testigo de la Fiscalía “con la ayuda del Gobierno (mexicano) el cartel creció en lo referente al territorio” e insistió en que también gracias a la ayuda de García Luna el grupo que estaba dirigido por el capo Joaquín “el Chapo” Guzmán pudo aumentar la importación de cocaína a México y deshacerse de grupos rivales.
Villarreal Barragán, que se declaró culpable de narcotráfico en Estados Unidos y cumple una condena rebajada, aseguró que desde su grupo criminal se fomentaba la corrupción de los funcionarios del Ejército y del Gobierno, tanto municipal como estatal y federal de dos formas.
“Hay dos tipos de corrupción, el que se voltea para un lado y deja pasar, y otra, la de los funcionarios forman parte de las actividades de la organización“, dijo “el Grande” antes de aclarar, a instancias de la fiscal, que García Luna era del segundo tipo.
En concreto, apuntó que el antiguo máximo responsable de Seguridad Pública daba información sobre operativos de seguridad e investigaciones en contra de miembros del grupo, facilitaba el nombramiento y el cese de agentes en cualquier parte de México y compartía información para golpear a los grupos enemigos.
Asimismo, la Agencia Federal de Investigación (AFI),que García Luna dirigió entre 2001 y 2005, ayudó al Cartel de Sinaloa en varios estados mexicanos en su guerra contra el rival Cartel del Golfo.
“El Grande” precisó que el encargado de los pagos a García Luna era Arturo Beltrán Leyva, amigo suyo y uno de los líderes del Clan de los Leyva (parte del Cartel de Sinaloa), y agregó que él “estuvo en algunas ocasiones” presente en dichas transacciones, que, según su declaración, aumentaban a medida que el cartel crecía.
El narco detalló que cuando él comenzó a trabajar para el Clan de los Leyva en el año 2001, García Luna ya estaba en la nómina del cartel y se le siguió pagando hasta la muerte de Arturo Beltrán Leyva (2009).
Según el testimonio del narco, cuando García Luna era el director de la Agencia Federal de Investigación (AFI), él y otros altos cargos de seguridad recibían entre un millón y un millón y medio de dólares mensuales por sus servicios.
“Los pagos eran puntuales” dijo desde la tribuna El Grande, que aseguró que Beltrán Leyva y García Luna hablaban frecuentemente.
García Luna se despide de su mujer tras primera sesión del juicio: Te quiero
Al concluir la sesión, que no el interrogatorio que seguirá este miércoles, García Luna volvió a lanzar un beso a su esposa y en sus labios se leyó un “te quiero“, que pronunció antes de girarse y golpearse con la puerta que los alguaciles le habían abierto para que abandonara la sala.