ROMA. El bloque de derechas, liderado por la posfascista Giorgia Meloni, se encamina hacia una victoria histórica en las elecciones legislativas de hoy en Italia, un resultado que suscita preocupación por sus valores en conflicto con los fundadores de la Unión Europea y marcada con las acusaciones mutuas por vínculos con el principal villano mundial del momento: Vladimir Putin..
Si las urnas confirman los resultados de los últimos sondeos que se pueden publicar por ley, Meloni, líder de Hermanos de Italia, formación que proviene de la tradición neofascista, podría convertirse en la primera mujer que llega a la jefatura de Gobierno en Italia.
Meloni, de 45 años, tiene todas las encuestas a favor y no se descarta que en los últimos días de campaña se haya agrandado la brecha entre su formación y su directo contendiente, el socialdemócrata Partido Democrático (PD).
La alianza de derechas y extrema derecha, integrada por Hermanos de Italia, la formación antiinmigración Liga de Matteo Salvin y los conservadores de Forza Italia de Silvio Berlusconi, obtendría 47.2 por ciento, según los últimos sondeos.
Si se confirman esos resultados, Meloni asumiría el cargo de primer ministro coincidiendo con el centenario de la marcha sobre Roma (29 de octubre de 1922) con la que las camisas negras de Benito Mussolini tomaron el poder y establecieron el fascismo en Italia.
Aunque especialistas y medios de comunicación dan por hecho la victoria del bloque de derechas, el cierre de la campaña se vio ensuciada por salir a relucir los vínculos del pasado con el mandatario ruso Vladimir Putin, quien actualmente esdeclarado el enemigo del mundo por su operación militar sobre Ucrania.
Meloni es considerada ahora un camaleón político. Ha cambiado de estrategia cuando es políticamente ventajoso hacerlo. En su juventud, admiraba abiertamente a Mussolini y lo consideraba un buen político. Pero cuando se le preguntó en el período previo a las elecciones si estaba de acuerdo con que el líder fascista era malo para Italia, dijo que “sí”.
A lo largo de los años, también cortejó a líderes que muchos consideran ultranacionalistas, como Vladimir Putin de Rusia, Viktor Orbán de Hungría y Marine Le Pen de Francia, información que ha capitalizado sus opositores para emparejarla con el mandatario ruso.
Como parte de las tensiones por la ofensiva rusa, Melonia se ha alineado con la idea de apoyar el envío de armas a Ucrania, en un intento de alejarse de la idea de respaldar al nacionalista Putin, sin embargo, su aliado, Matteo Salvini, ferviente admirador de Vladimir Putin y segundo líder de peso de la coalición de derechas, no está de acuerdo.
Por su parte, Silvio Berlusconi, el tercer miembro del bloque de derechas, no ha ocultado su amistad vigente con Putin, el viernes declaró que el presidente ruso fue “empujado” a invadir Ucrania y quería poner a “gente decente” a cargo de Kiev, suscitando fuertes críticas justo antes de las elecciones italianas. El líder italiano es amigo de Putin desde hace mucho tiempo y es probable que sus comentarios alarmen a los aliados occidentales.
La Embajada de Rusia en Italia ha hecho su trabajo para causar más caos, esta semana publicó en sus redes sociales fotos de Putin con políticos italianos de todas las áreas ideológicas, acompañadas de una frase que parece una advertencia: “Tenemos mucho que recordar”.
“De la reciente historia de las relaciones entre Italia y Rusia. Tenemos mucho que recordar”, se lee en un mensaje en redes publicado por la legación rusa y que se interpretó como una nueva injerencia en la política italiana ante las elecciones.
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En el mensaje aparecen fotos de Putin con algunos líderes políticos italianos a lo largo de los años: Matteo Salvini (Liga), Giuseppe Conte (M5S) y el ministro de Exteriores, Luigi Di Maio, pero también Silvio Berlusconi, que siempre se ha declarado amigo del presidente ruso, y el secretario del Partido Demócrata (PD) y ex primer ministro Enrico Letta.
La lista sigue con fotos de Putin y los Jefes de Estado Sergio Mattarella y Giorgio Napolitano y con el exmandatario Matteo Renzi, además de con el actual comisario de Economía de la UE, Paolo Gentiloni.