Con casi 500 fosas clandestinas descubiertas en los últimos 17 años, Sinaloa es uno de los primeros estados con más personas desaparecidas y cuerpos por identificar.
Pero aunado a los cadáveres que ya han sido encontrados, y que descansan en fosas comunes o en forenses, se encuentra también aquello que le falta al Estado: tener una eficiencia en la identificación, en el resguardo de restos localizados y en la búsqueda de más fosas.
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Algunos colectivos han parado sus búsquedas, ya que reclaman que por más cuerpos que sacan de la tierra, las autoridades no han tenido el debido protocolo de tenerlos a buen resguardo con su prueba de ADN que ayude a familiares a encontrarlos.
No es una tarea fácil en medio de una crisis de seguridad. Lo único que parece seguro es que la delincuencia tiene garantizada la impunidad y las víctimas cargan con la terrible parte de no gozar de plenos derechos.
Mientras tanto, el Gobierno de Sinaloa tiene dicho que en breve inaugurarán el centro de b temporal ubicado a espaldas del penal de Aguaruto. Entonces se sabrá si el Estado tiene la voluntad de ordenar los cuerpos encontrados, hacer pruebas de ADN certeras y sobre todo, continuar con los rastreos que llevan hacia el mapa de las fosas que todavía faltan por encontrar.
Sin árboles en Mazatlán
El problema que se tiene en Mazatlán ante la falta de árboles es para preocupar y en un futuro se podrían empezar a pagar las consecuencias, ya que el crecimiento desordenado atenta cada vez más contra el medio ambiente sin que las autoridades puedan regular la situación.
Según la Organización Mundial de la Salud, se necesita al menos un árbol por cada tres habitantes para respirar un mejor aire en las ciudades; pero en Mazatlán, tomando en cuenta el último censo del INEGI del 2020 en el que se señala que en el puerto hay 501,440 habitantes, debería de haber al menos 167 mil 147 árboles, un número muy alejado de la realidad, ya que según Ecología, en el puerto debe de haber alrededor de 25 mil 308 árboles, por lo que se tiene un déficit del 85 por ciento, es decir, hay un árbol por cada 20 habitantes.
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Eso sí, el municipio tiene la meta de entregar 8 mil 400 licencias de construcción en tres años, de acuerdo al Plan Municipal de Desarrollo 2021-2024, pero en este mismo periodo se plantarán apenas unos mil 500 árboles.
Además, del 2018 a lo que va del 2023 el Ayuntamiento, a través de la Dirección de Ecología y Medio Ambiente, ha expedido un total de 575 permisos para llevar a cabo la tala de árboles, actividad que agrava la situación que se vive, ya que en los últimos cuatro años hubo una reducción de áreas verdes de 75.24 hectáreas.
Ecologistas coinciden en que es urgente la creación de un Sistema Municipal Ambiental en el que se presente información estadística sobre temas relacionados con el medio ambiente, como vegetación, uso de suelo, cuerpos de agua, generación de contaminantes, programas ambientales, entre otros, así como una política sistemática de reforestación para poder lograr una ciudad realmente sustentable.
